River Plate perdió 3-1 ante Palmeiras en el Allianz Parque y quedó eliminado de la Copa Libertadores, goles de Maximiliano Salas para el Millonario, Vitor Roque y José López por duplicado para el local.

El equipo de Marcelo Gallardo había arrancado con ilusión gracias al gol tempranero de Maximiliano Salas, que igualaba la serie y lo ponía en camino a los penales. Sin embargo, la falta de efectividad y algunos errores propios pesaron demasiado frente a un rival que supo ser más contundente en los momentos decisivos.

Franco Armani, que alternó grandes atajadas con una falla determinante al intentar contener un remate, permitió el empate de Vitor Roque y abrió un partido que se tornó de ida y vuelta. Entre la fricción y las protestas, Palmeiras encontró la ventaja definitiva en los pies de José López, que con un doblete liquidó la ilusión millonaria. La expulsión de Marcos Acuña tras cometer un penal terminó de desarmar al visitante, que ya no tenía cambios disponibles y quedó sin respuesta.

Gallardo no ocultó su bronca al final: “Estoy con bronca porque se nos escapa un partido que habíamos logrado encaminar. Las desconcentraciones se pagan muy caro”. También apuntó contra el arbitraje del uruguayo Andrés Matonte: “No supo llevarlo. Cobró cosas que no vio. Y en esa confusión, les dimos la ventaja”. River cerró la noche entre reclamos y frustración, descargando su impotencia contra las decisiones arbitrales.

Palmeiras, que había ganado 2-1 en el Monumental y le alcanzaba con un empate en Brasil, terminó imponiéndose con más diferencia en el resultado que en el juego. Con oficio y aprovechando el nerviosismo del rival, el Verdao avanzó a las semifinales, mientras que River se despide con la amarga sensación de haber estado cerca pero sin premio.