Godoy Cryz Riestra Clausura

El club que durante casi dos décadas llevó la bandera de Mendoza por todo el país e incluso por el continente confirmó su descenso en la fecha 16 a la Primera Nacional, tras empatar ante Deportivo Riestra en el estadio Malvinas Argentinas por 1-1. Goles de Benegas y Andino.

El final de la historia es tan inesperado como doloroso: el mismo equipo que este año disputó los octavos de final de la Copa Sudamericana contra Atlético Mineiro terminó último en la tabla anual, después de una campaña desastrosa en la que apenas logró 4 victorias, sumó 18 empates y sufrió 11 derrotas. Una serie de resultados que lo empujaron, lentamente pero sin pausa, hacia un destino del que no pudo escapar.

El equipo de Omar Asad necesitaba ganar y, además, dependía de lo que ocurriese entre Aldosivi y San Martín de San Juan en Mar del Plata: necesitaban una victoria o empate de los sanjuaninos y, de igual manera, ganó el equipo local por 4-2.

El duelo ante Riestra fue un reflejo perfecto de la temporada: impreciso, tenso, nervioso y lleno de situaciones insólitas. Incluso se vivió un momento increíble cuando, en pleno primer tiempo, fue expulsado el chofer del carrito de asistencia, dejando al estadio atónito y sin quien trasladara a los jugadores lesionados.

En lo futbolístico, Riestra pegó primero a los 18 minutos con el gol de Nicolás Benegas, tras un error en la salida de Rasmussen. Apenas tres minutos después, Santino Andino igualó con un tiro libre que se metió sin que nadie pudiera desviarlo. El joven volante fue la bandera de esperanza durante toda la tarde: encaró, pidió la pelota, generó peligro y fue el alma de un equipo que se jugaba la vida.

Pero el Tomba nunca encontró claridad. Llenó el área de centros sin destino, abusó de pelotas divididas y sufrió cada contraataque de Riestra, que también soñaba con llegar a puestos de Libertadores. Petroli salvó varias pelotas clave, incluida una mano a mano frente a Jonathan Herrera, mientras que, del otro lado, Manganelli se vistió de villano para sacar un cabezazo de Rasmussen que pudo cambiar el destino del partido.

La más dramática llegó sobre el final: un frentazo de Rossi que dio en el travesaño y silenció al Malvinas. Fue el último grito ahogado de un equipo que, pese al empuje de su gente, no tuvo fortuna ni fútbol para torcer la historia.

El fútbol mendocino vivió una temporada de contrastes extremos. Mientras Independiente Rivadavia levantó la Copa Argentina en una campaña histórica e irrumpió con fuerza en el plano nacional, Godoy Cruz firmó su año más triste desde su vuelta a la máxima categoría en 2008.

Con el descenso consumado, deberá reordenarse institucional y deportivamente para afrontar una Primera Nacional siempre compleja, competitiva y cargada de presión.

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“Leandro Paredes tiene una categoría que es distinta. Es uno de los mejores jugadores que tuve, tiene una velocidad diferente”.

Miguel Ángel Russo