Estudiantes de La Plata se impuso por la mínima diferencia de 1-0 ante Rosario Central por los octavos de final del torneo clausura en el Gigante de Arroyito, un encuentro que trascendió lo deportivo, convirtiéndose en un símbolo de protesta y disconformidad con decisiones recientes del fútbol argentino.
Este crucial triunfo, que le dio el pase a cuartos de final, no solo se logró en la cancha, sino en un clima que muchos interpretan como la lucha de la mayoria del “fútbol argentino contra AFA y sus equipos beneficiados”.
El único gol fue obra de Edwuin Cetré a los 31 minutos, con un potente disparo de media distancia que sentenció el resultado. La nota más fuerte de la fecha se dio en la previa, cuando los jugadores de Estudiantes salieron a la cancha para realizar un pasillo que, la AFA los obligó hacer, la particularidad que los jugadores le dieron la espalda al plantel de Central.
Este gesto, cargado de simbolismo, fue una clara manifestación de repudio al título que el Canalla obtuvo “por escritorio”, reflejando el sentir de una gran parte de hinchas del futbol y los clubes que consideran que existen irregularidades y privilegios en la Asociación del Fútbol Argentino.
Este ambiente de crítica hizo que el partido se jugara con una intensidad extrema, más allá de la mera clasificación, como un desahogo ante las polémicas extradeportivas.
El compromiso se mantuvo hasta el final, con Estudiantes defendiendo la ventaja incluso después de sufrir la expulsión de Amondarain a los 92 minutos por doble amonestación y teniendo que hacer 2 cambios por lesion.
A pesar de jugar con diez hombres, la defensa Pincha aguantó las embestidas de Central y aseguró una victoria que se siente como un espisodio de dignidad deportiva. Con este valioso triunfo, Estudiantes de La Plata se clasificó para la siguiente instancia del torneo, donde se medirá ante Central Córdoba buscando continuar su camino en el certamen.




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