Estudiantes de La Plata logró una victoria trascendental al vencer 1-0 a Central Córdoba en Santiago del Estero, asegurando su lugar en las semifinales del Torneo Clausura. El único gol de la épica jornada fue anotado por Tiago Palacios a los 20 minutos del segundo tiempo, desatando el desahogo de un equipo que jugó con una intensidad que iba más allá de la mera clasificación.

La solidez defensiva, con una actuación destacada de Fernando Muslera, fue clave para aguantar las embestidas del equipo santiagueño, que empujó con intensidad en su casa, pero no logró quebrar el cero. Este triunfo se sella con el carácter inquebrantable de un equipo que parece alimentarse de la adversidad.

Esta gesta deportiva adquiere una dimensión mayor al desarrollarse en medio de un áspero conflicto dirigencial que tiene como protagonistas al presidente Pincha, Juan Sebastián Verón, y al tesorero de AFA, Pablo Toviggino, con quien Central Córdoba mantiene fuertes lazos. La polémica se intensificó tras las críticas de Estudiantes a decisiones recientes de la Liga Profesional y la posterior sanción a Verón, transformando este partido en una suerte de campo de batalla simbólico. La victoria conseguida en Santiago del Estero, contra un rival ligado a la cúpula de AFA, es interpretada como una potente reafirmación de carácter y una bandera de protesta del club platense, que insiste en priorizar la dignidad deportiva frente a las irregularidades percibidas en la Asociación.

Con este valioso pase a semifinales, Estudiantes de La Plata no solo se mete entre los cuatro mejores, sino que pone de manifiesto que su lucha es tanto dentro como fuera de la cancha.

El equipo dirigido por Eduardo Domínguez ahora aguarda por el resultado del cruce entre Barracas Central y su clásico rival, Gimnasia y Esgrima La Plata, con la posibilidad latente de disputar un Clásico Platense que sería explosivo y añadiría un dramatismo mayúsculo a la etapa definitoria del torneo, manteniendo vivo el foco en la coyuntura institucional del fútbol argentino.